Afilado

Las herramientas de corte necesitan afilarse regularmente cuando pierden capacidad para trabajar la madera. En el caso de la talla, nuestra herramienta principal es la gubia, que posee un bisel curvo (o recto según el tipo), y se deberá cuidar la correcta inclinación del mismo y su posterior afilado y asentado.

Además de las herramientas de corte libre como la gubia, el formón o los escoplos, también están las de corte guiado como los cepillos, garlopas, garlopines o guillames, que no están vinculados al ejercicio de la talla, pero no por ello se deben desconocer. Es conveniente tener en cuenta las demás herramientas útiles para el trabajo de la madera.

*En este sentido y hablando de otros ámbitos como la instalación de muebles, ebanistería o carpintería, hay ocasiones en las que solo se pueden usar las herramientas de mano debido a la dificultad de acceso de algunas zonas, aunque hoy exista mucha maquinaria destinada al desbaste y nivelación.

Cuando el hierro de la herramienta tiene el corte mellado, gastado, redondeado o embotado, debe afilarse. Se ha de tener especial cuidado con las esquinas para no desgastarlas y dejarlas a escuadra, así como no quemar el metal cuando se use la piedra de esmeril, como se explicará a continuación.

El objetivo que se persigue en el afilado es rebajar la hoja hasta eliminar el mellado o la redondez para, posteriormente, dejarla con el ángulo adecuado, con un filo limpio y a escuadra.

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En principio se usará la piedra de esmeril (de agua, electroesmeril), que consiste en un disco de piedra unido a un motor, para rehacer o corregir el ángulo de la herramienta.

La cuchilla se coloca con el chaflán (inclinación del ángulo) tocando la piedra. Se presionará ligeramente sobre esta, y se desplazará horizontalmente de un lado a otro. Debe evitarse el recalentamiento del hierro producido por el rozamiento (suele ponerse azul oscuro), por lo que se mojará en agua fría de vez en cuando; una herramienta recalentada se destemplaría y perdería el filo.

El ángulo de bisel de las gubias debe tener 25º aproximadamente. Alejarnos de este factor implicará lo siguiente:

– menos de 25º, mayor debilidad en el filo y se mella más fácilmente

– más de 25º, mayor resistencia de la madera al corte.

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Asentar el filo

Una vez corregido el ángulo, se ha de asentar el filo, es decir, afilar la herramienta para que pueda cortar. En este paso, además de eliminar las estrías provocadas por la piedra de esmeril, dejaremos un filo correcto y chaflán brillante.

Además de todo ello, al realizar el afilado o asentado, estamos creando una rebaba en la cara posterior de la herramienta por el rozamiento producido, que también iremos eliminando. Utilizaremos para ello una piedra de aceite y otras llamadas piedras de arkansas en el caso de las gubias.

Para asentar el filo de una gubia, apoyaremos todo el ángulo del bisel, e iremos trazando movimientos de lado a lado, girando al mismo tiempo la herramienta, para estar seguros que pasamos por toda su extensión.

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piedra de aceite para asentar el filo

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Como hemos dicho y a diferencia de los formones que son rectos, para eliminar la rebaba de las gubias usaremos unas piedras especiales, las cuales se adaptan a la curvatura de la herramienta. Hay de varios tipos, como las que se muestran a continuación.

Las piedras de Arkansas. Son las más usadas por dejar un acabado fino y de muy buena calidad. Se utilizan con aceite.

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*Con este tema finalizamos el módulo 2. El ejercicio propuesto es extraer los 4 ó 5 puntos más importantes. Me lo podéis entregar a través de mi correo o por el grupo. Como os he comentado, lo repasaremos todo en clase, un saludo.

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